Me acuerdo cuando en Ayacucho recién empezó el terrorismo, cuando escuchábamos algunas balas, todos nos asustábamos y era una preocupación saber donde había sido ese tiroteo o que habría pasado.
Al poco tiempo las balaceras eran comentario de todos los días y lo que nos sorprendían eran los dinamitazos y después era muy natural que los chicos al llegar al colegio comentábamos que sólo fueron 5 dinamitazos o no esta vez sólo 8, y luego 15 y luego saber el número de muertos.
Es muy fuerte pero ya una balacera no era nada sorprendente ni uno o dos dinamitazos, cuando los había decíamos sólo fueron dos felizmente.
Sin querer y por estar rodeados de un medio tan hostil estábamos adaptándonos a una vida de terror que gracias a Dios Terminó, pero dejó grandes secuelas como mucho pandillaje que antes no hubo causado por una niñez que creció entre la orfandad y la violencia.

Me preocupan los niños que al ver todos los días esto crean que así deba ser su vida, que se puede ser un gran famoso a través de los escándalos, no sé que futuro queremos para nuestros hijos, pero estos programas sólo contaminan la mente y no es natural, aunque día a día veamos divorcios y hasta en nuestras familias pero no es la regla para todos, además pueden existir problemas familiares pero llevados con dignidad, ojalá nos preocupemos más por que nuestros hijos crezcan sanos mentalmente, escojamos programas donde no haya violencia, ni escándalos y menos lo comentemos en casa.
Bendiciones y que tengan un lindo Fin de Semana